Primer testimonio:
Por: Mónica Maldonado Muñoz.
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| Fuente: Google |
Esas fueron las primeras expresiones de Ana López, (nombre ficticio para proteger su identidad), cuando se le pregunto cómo impacto en su vida el saber que iba a ser madre cuando solo tenía 15 años de edad.
Aún cursaba décimo grado y tuvo que abandonar sus estudios cuando no pudo ocultar más el crecimiento de su vientre. Su pareja en ese entonces no creía que el hijo fuera suyo y la dejó. Vivía todavía bajo el techo de sus padres pero la tensión de que tenía que abandonar su hogar muy pronto, perturbaba la paz que en pocas ocasiones lograba conseguir.
‘’Mi mamá en todo momento me apoyó, incluso
se puso contenta porque era su primer nieto, a pesar de que estaba bien nena
para tener un bebé, pero mi papi ni me
miraba a la cara, paso mucho tiempo para que el volviera a hablarme’’ comentó
Ana.
Y durante los nueve meses de gestación Ana sufrió
de depresión y su parto culminó enuna cesárea pues el niño que estaba por nacer no desarrolló por completo su cordón umbilical y por lo mismo no le permitió coronar como se debe. Las consecuencias de haber tenido una
maternidad prematura marcaron a su bebe de por vida. ‘’ Mi hijo es un niño con
condiciones. Tengo que estar con el en el hospital a cada rato porque le baja
la azúcar y orina mucho y eso es bien peligroso'', indicó López. Si me hubiese cuidado mejor en mi embarazo quizás mi nene no hubiese nacido con tantas condiciones, aunque también fui mamá bien joven y eso tampoco es bueno’’, añadió López con voz entre cortada. A las condiciones se le suma que el niño llamado Jesús, nació bajo peso y estuvo hospitalizado apróximadamente un mes en el área de intensivo después de nacer, pues
tenía problemas respiratorios.
Ana perdió amistades y gano enemigos solo
por estar embarazada. La gente le gritaba en la calle comentarios despectivos
como ‘’nena no cerraste las patas’’ o ‘’por ahí viene la panzona, y donde está
el pai’’ y comenzaban a burlarse de ella. Sus amigas se alejaron y no le brindaron el apoyo que López realmente necesitaba.Pero siempre sale el Sol después de cada tormenta y hoy día Ana y Jesús se encuentran gozando de buena salud, aunque con las condiciones mencionadas, el niño de apenas dos años lleva una vida completamente normal como la de cualquier niño. Ana no ha tenido la oportunidad de volver a retomar sus estudios, pero no descarta la idea de hacerlo en algún momento de su vida. López retomó la relación con el padre de su hijo, pues según la orgullosa madre ‘’ no lo puede negar, son idénticos’’.
‘’Yo le aconsejo a todas esas jóvenes que
tienen sus novios, protéjanse, no tan solo es tener un bebé, es que te peguen
una enfermedad o que el bebée pueda salir con condiciones peores a las que tiene
el mío. Las condiciones de mi bebé son tratables, pero pudieron haber sido
peores por lo joven que soy. Pude haber muerto yo y mi bebe por el simple hecho
de ser una adolescente embarazada. Para todo hay edad’’ concluyó López con un tono muy segura
de sí misma.

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